miércoles, enero 26, 2011
L-3 o la tercera L.
El juego de la casualidad tan atractivo, el primer encuentro casual con el roce de miradas que acaban cruzándose y clavándose unos ojos en los otros y los anteriores viceversa. Al momento que ya cansa después del cuarto encuentro casual, del intercambio de palabras del segundo, del saber a qué clase vas del tercero y el elogio del nombre en el final, no, saber tu parada de metro no basta a la quinta.
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