Manuel Mirage.

Manuel Mirage.
Pinceladas de hambre del hombre sin vida.

viernes, mayo 30, 2008

martes, abril 22, 2008

Mucho por delante

Aunque pueda ser, sépase, que me lluevan los clavos, hay quien me protege, por que aun que mi piel sea fina y mi carne blanda y temblorosa como el flan... ahora por fin me he dado cuenta ya que ha llegado, que es aun temprano y siquiera ha amanecido.
Sin dudarlo un segundo puedo decir que estoy preparado, para que salga el sol.
EL mas grande: "Sol de mi vida".

miércoles, marzo 05, 2008

Desayuno en comprimidos

Camino comience, rey de oriente o tipo corriente, y no es que empiece si no que continúe en mi tarea, sencilla, abrir la cajeta extraer el medicamento sin que se escape el prospecto, leer suele ser entretenido mientras se desayuna solo, y a veces con las prisas olvido tomarme las pastillas, a la mínima se nota la carencia como una herencia inmediata que ataca directa a la cuenta bancaria, nada más, calla ya! sin mas que hablar es mejor ser cemento muerto, ¿alguien dijo cierto? creo que solo fueron palabras rebotando entre los ecos del desierto, ¡silencio! no quiero oír nada mas al respecto, que llego tarde a clase y me muero de sueño.

miércoles, enero 16, 2008

cama, mar, desierto.

Hay veces que de un modo u otro, da igual, mi cama parece alcanzar un tamaño desmesurado, navego los dobleces de las sabanas de un mar salvajemente violento en el que me encuentro solo y sin dirección... ese mar salvaje de gigantes y potentes olas consigue desmontar fácilmente mi barcaza quedándome desamparado en el agua que me transporta a gran velocidad con potente golpes salados que no permiten la respiración.
La agitación comienza a calmarse, al igual que mis ansias por salir a flote junto con la humedad del agua y todo empieza a adquirir lentamente una textura granulada cada vez mas seca, aumentándose así de un modo paulatino el ambiente secano, lo que había sido un portentoso mar enloquecido se transformó en un desierto de pasos pesados y enormes dunas de arena provocando que el andar resulte aun más costoso.
Los pies se hunden y cuesta sacarlos, la energía gastada luchando contra el mar pasa factura, el cansancio va ganando la partida y el sol abrasador provoca ríos de sudor corriendo como culebras por la frente, prueba evidente del resultado final.
Este ha sido el último paso, el pie ya no es un pie, es un ancla enterrada en la pesada arena desértica, ahora solo soy los restos de esa barcaza, inmóvil, inútil.

lunes, enero 14, 2008

Poseido por un demonio verde

Es imposible que me olvide de tus mentiras, si las chillas con esa garganta muda, aun que yo no quiera, aun perdura la esperanza de volver a encontrarte en la cama por la mañana, abrazada a mi cuerpo. Cierto, siento nostalgia de lo que ya ni es un recuerdo para ti, cierto, estoy vivo por que me duele el pecho y este agujero en el estomago que me está matando, quizás comí algo en mal estado o por esos nervios que tengo enredados como zarzas.
Entre esto me pregunto que te dices cuando hablas a solas en tu cabeza sin que nadie te oiga… ¡oiga! ¡¡Oiga!! ¡¡¡Despierte caballero!!! Se ha quedado dormido es fin de trayecto, hora de bajar del tren.