miércoles, enero 26, 2011
L-3 o la tercera L.
El juego de la casualidad tan atractivo, el primer encuentro casual con el roce de miradas que acaban cruzándose y clavándose unos ojos en los otros y los anteriores viceversa. Al momento que ya cansa después del cuarto encuentro casual, del intercambio de palabras del segundo, del saber a qué clase vas del tercero y el elogio del nombre en el final, no, saber tu parada de metro no basta a la quinta.
Descubrimiento
Las pastillas de la felicidad no hacen feliz a nadie.
La vida es más o menos soportable.
La vida es más o menos soportable.
lunes, enero 17, 2011
lunes, enero 10, 2011
La Bohème Nouvelle
Bienvenidos sean, seres de este mundo nuestro imaginario,
pasen y paseen por un laboratorio experimental de realidades ignoradas, realidades tras las que se ocultan anónimos, adictos a retratar, redactar, recrear relamer y capturar las sensaciones que habitan más allá de las ciudades, de las mentes amuralladas y siéntense junto a las palabras menos escuchadas, pero, más intensas, ocultas como las pieles más tersas bajo las faldas más largas, levántenlas, pierdan el miedo a admirarlas, cierren los ojos junto a Tao bajo el gigante baobab más lejano a sus casas.
Acompáñenos en un viaje más allá del final del pasillo, más allá de las miradas plastificadas, sublimansé, amen y amén San Luis que nos criaste a algunos, challen, salten salvajes al círculo que crece como un todo, fuente inagotable del hombre más azul que he conocido.
Más se sabe cuando más se hace y más se crece, porque somos familia, y algunos extraños ante ustedes, pero vengan más y más cerca y todos con la sinceridad que ello conlleva, porque somos solo sombras, los nombres que se quedan sin subrayar en los apuntes, somos lo que no suena por las radios ni las calles, somos los nadie muertos de hambre, un hambre insaciable de tinta y desaire, creación por y para ustedes que solo son números, pero puntos de vista, puntos vistos desde arriba, en el plano cenital del baile, pero nosotros los miramos a ustedes, estamos solos como zapatos desparejados, pero observan con el deleite de aquel para el que no existe el tiempo.
Vivimos lejanos a sus mundos rutinarios, viajamos en el viento sobre aviones de papel, Somos la generación que dibujaba bajo un viejo algarrobo que ya no existe, Somos constantes aleatorios, grandes, pequeños, alegres y tristes.
Somos la nueva bohemia, la razón por la que todo esto existe.
pasen y paseen por un laboratorio experimental de realidades ignoradas, realidades tras las que se ocultan anónimos, adictos a retratar, redactar, recrear relamer y capturar las sensaciones que habitan más allá de las ciudades, de las mentes amuralladas y siéntense junto a las palabras menos escuchadas, pero, más intensas, ocultas como las pieles más tersas bajo las faldas más largas, levántenlas, pierdan el miedo a admirarlas, cierren los ojos junto a Tao bajo el gigante baobab más lejano a sus casas.
Acompáñenos en un viaje más allá del final del pasillo, más allá de las miradas plastificadas, sublimansé, amen y amén San Luis que nos criaste a algunos, challen, salten salvajes al círculo que crece como un todo, fuente inagotable del hombre más azul que he conocido.
Más se sabe cuando más se hace y más se crece, porque somos familia, y algunos extraños ante ustedes, pero vengan más y más cerca y todos con la sinceridad que ello conlleva, porque somos solo sombras, los nombres que se quedan sin subrayar en los apuntes, somos lo que no suena por las radios ni las calles, somos los nadie muertos de hambre, un hambre insaciable de tinta y desaire, creación por y para ustedes que solo son números, pero puntos de vista, puntos vistos desde arriba, en el plano cenital del baile, pero nosotros los miramos a ustedes, estamos solos como zapatos desparejados, pero observan con el deleite de aquel para el que no existe el tiempo.
Vivimos lejanos a sus mundos rutinarios, viajamos en el viento sobre aviones de papel, Somos la generación que dibujaba bajo un viejo algarrobo que ya no existe, Somos constantes aleatorios, grandes, pequeños, alegres y tristes.
Somos la nueva bohemia, la razón por la que todo esto existe.
domingo, enero 09, 2011
viernes, enero 07, 2011
Cartas de amor de otoño IV (El Mar más lejano)
Cartas de amor de otoño III (El amor en silencio)
jueves, enero 06, 2011
Realidad imaginaria IV (Trepanación por testigo)
Ay de nosotros que vivimos en universos tan separados, ay de corazones desamparados, desparramados en la mesa del salón y los futuros niños que no vendrán, correteando por el despacho con las manos manchadas de óleo ensuciando tus documentos... pero se agotan los sueños y solo se gotea sobre mis deseos esa tinta negra, oscura como las profundidades de los infiernos y estoy en ellos, de veras, que estoy en ello, pasando la pagina de este cuento que invento para resguardarme de la lluvia, de las lágrimas que cuento con los dedos y hace años que perdí la cuenta de los números. Ay de los últimos y los primeros que no olvidan un beso en un coche o el calor de un cuerpo, ay que pequeños somos por dentro jugando a ser adultos y llegando a ancianos sin estar maduros en el hueso, pero qué fácil resulta agusanarse el corazón y el cerebro de lamentos intrínsecos. Ay de los ociosos, de los celosos, de los sueños oleosos con tus piernas dibujadas con carmín, Ay pero Ay, Ay de mí, de los desesperantes despertares fríos en camas vacías sin ti.
Ay del ensañamiento cuando el dolor viola al amor con tal cariño que resulta imposible dejar de sentir, es el destello de luz que escuece en la piel hasta dejar la vida sin obtener la muerte y observar como vives mientras estoy ausente sin que importe mi aporte, pasaporte y despido, ay de mi estoy olvidando el camino, agotado y ya no sé donde ir.
Ay del ensañamiento cuando el dolor viola al amor con tal cariño que resulta imposible dejar de sentir, es el destello de luz que escuece en la piel hasta dejar la vida sin obtener la muerte y observar como vives mientras estoy ausente sin que importe mi aporte, pasaporte y despido, ay de mi estoy olvidando el camino, agotado y ya no sé donde ir.
Realidad imaginaria III (Apoptosis)
Te estoy amando en la distancia, en este espacio tan breve, el instante que nunca vuelve.
lunes, enero 03, 2011
Realidad imaginaria II (Expectación expectativa)
Solo espero que la esperanza se largue por la misma puerta por la que jamás debía haber entrado.
Realidad imaginaria I (La ida, Láida cálida)
Estoy callando, aguantando las palabras,
conteniéndolas en la boca, concentrándome en las olas,
vaciando las horas de esa sustancia viscosa,
levantando poco a poco esa losa que cubre esta fosa,
y una cosa es clara, controlar la voluntad no es una broma.
Caminar con pies de plomo hay veces que no ayuda
más cuando la prisa te pisa los talones y el tiempo apremia,
el cuerpo como un mundo, la decadencia como una pandemia,
silenciosa con sus patas bien sujetas a la espalda, como espada
que atraviesa, qué traviesa la esperanza, cuando inventa
realidades infructíferas, esferas vacías, caídas de la cama.
No quiero inventar nada, ni hadas volando, ni ramas de árbol,
ni cantos dentro de cajitas de madera y áspera espera de piedra.
Imposible es la huida ante lo inevitable y cortante en el alma,
que mis pensamientos se precipitan por la ladera de tu cadera
y la historia imaginaria renueva su mirada por otra temporada más,
quien sabe qué aguarda cada instante futuro fuera del aula,
más allá de la caja torácica que mantiene cautiva la vida,
arriba, allí va, mas arriba, mas lasciva ante la situación destructiva.
conteniéndolas en la boca, concentrándome en las olas,
vaciando las horas de esa sustancia viscosa,
levantando poco a poco esa losa que cubre esta fosa,
y una cosa es clara, controlar la voluntad no es una broma.
Caminar con pies de plomo hay veces que no ayuda
más cuando la prisa te pisa los talones y el tiempo apremia,
el cuerpo como un mundo, la decadencia como una pandemia,
silenciosa con sus patas bien sujetas a la espalda, como espada
que atraviesa, qué traviesa la esperanza, cuando inventa
realidades infructíferas, esferas vacías, caídas de la cama.
No quiero inventar nada, ni hadas volando, ni ramas de árbol,
ni cantos dentro de cajitas de madera y áspera espera de piedra.
Imposible es la huida ante lo inevitable y cortante en el alma,
que mis pensamientos se precipitan por la ladera de tu cadera
y la historia imaginaria renueva su mirada por otra temporada más,
quien sabe qué aguarda cada instante futuro fuera del aula,
más allá de la caja torácica que mantiene cautiva la vida,
arriba, allí va, mas arriba, mas lasciva ante la situación destructiva.
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