Vida que me envenenas, que me embadurnas con ligera arena y manteca.
Vida que me hipnotizas, que me engañas con tus artimañas de ramera.
Vida que me vacías, que me ahuecas de sustancia y de materia.
Que me ahogo entre la hiedra que me asfixia y me penetra
y me hago piedra y tierra sobre niebla, húmeda tiembla,
con la rabia del que vomita y grita a un mismo tiempo,
a unísono, sangre, destrucción, muerte y cadera.
sábado, septiembre 18, 2010
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